El Mont Saint-Michel es una comuna francesa del departamento de la Mancha, entre Normandía y Bretaña. A tan solo tres horas y media de París se encuentra este hermoso lugar, cuya visita quedará registrada como una experiencia inolvidable. Es también conocido como la maravilla de Francia.
El Mont Saint-Michel es un sitio realmente único. Se trata de un monte rocoso rodeado de agua del mar por un lado y tierra por otro, aunque ocasionalmente las mareas lo recubren completamente, transformándolo en una isla. El monte está coronado por la Abadía del Mont-Saint-Michel, a cuyos pies se erige un pequeño poblado con una calle principal y unas pocas callejuelas.
Para conocer la Abadía hay que pagar una pequeña entrada. Aunque la mayoría de salas son diáfanas y frías, la Abadía impresiona por sus dimensiones y su ubicación sobre las rocas. Es una obra arquitectónica, digna de admiración y respeto.
Mont Saint-Michel inolvidable
A pesar de ser muy pequeño, el pueblo cuenta con hoteles, bares, restaurantes, tiendas para regalos o recuerdos de viaje, artesanías y hasta un pequeño museo. Disfrutar un fin de semana en esta localidad es trasportarse a otra época. Todo el conjunto está rodeado por enormes murallas que pueden recorrerse sin costo alguno. Cerca de la Abadía se encuentra un mirador conectado a un tramo de la muralla, donde tomarás excelentes fotografías.
Su arquitectura
Del Monte Saint Michel, sus edificaciones son lo que más atrae a los turistas. Una estatua de san Miguel Arcángel, se erige en lo más alto de la iglesia abacial, a 170 metros. Fue declarado monumento histórico en 1862 y desde 1979 figura en la lista del patrimonio de la humanidad por la Unesco, en cuya declaración están incluidos también la bahía y el antiguo molino de Moidrey, situado a unos cuatro kilómetros tierra adentro.
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