Cuando compramos la casa donde vivimos, se me pasó bastantes veces por la cabeza hacer una cocina de obra, pero siempre que contaba a alguien la idea, la respuesta era la misma: es muy difícil y te saldrá muy cara.
Supongo que ambas cosas son ciertas, como al final me decanté por comprar una cocina convencional, no puedo deciros. Ahora con la cocina recién reformada, la verdad es que se me han quitado las ganas porque me encanta como ha quedado, pero mirad la cocina que os traigo hoy y no me digáis que no os entran unas ganas tremendas de tener una cocina de obra.
Me parece perfecta. Por un lado combina el gris, que es uno de mis colores preferidos con la madera natural, que me encanta. No tiene mobiliario en la parte superior y han utilizado baldas para el almacenaje, que ya sabéis que es lo que yo he hecho en la cocina y cada vez me alegro más, porque el espacio se ha ampliado visualmente muchísimo. La barra que sirve como separador de la cocina con el resto de la zona de comedor, me resulta muy práctica para desayunos o cenas rápidas. Es pequeña, pero me parece que tiene todo lo imprescindible para cocinar, al no tener tabiques separadores con la zona de comedor, la sensación de espacio es mucho mayor.
El estilo boho que tiene tanto la cocina como el comedor y la sala de estar, sabéis que es uno de mis preferidos, esa madera natural de los muebles, los textiles, la gran lámpara de fibra que preside la mesa de comedor... una combinación genial. El trabajo de interiorismo es de Zoco Home y sin duda es más que perfecto ¡vuelvo a querer una cocina de obra!.