La pálmera Phoenix dactylifera es una palmácea que se caracteriza por ser una planta imponente y de tronco esbelto. Es originaria del Norte de África y Oeste asiático. Los ejemplares de pequeñas dimensiones son perfectos para decorar nuestro jardín y nuestra casa.
Se trata de una planta con historia: ¿sabías que era considerada por los egipcios como símbolo de la fertilidad? ¿Y que los cartagineses la estamparon en su moneda? Los griegos y romanos la utilizaron como ornamento durante sus celebracions. En la cultura cristiana las hojas representan la paz y recuerdan la entrada de Jesús en Jerusalém.
Suelo y abono
El sustrato de nuestra maceta deberá ser rico en humus y algo arcilloso para ayudar a que nuestra palmácea retenga el agua.
Como planta de interior es necesario añadir a nuestro sustrato un poco de fertilizante líquido durante la primavera.
Luz
A la phoenix dactilifera para interior le encanta el sol. Ponla siempre en zonas donde reciba luz.
Riego
Contra más reguemos nuestra palmera más rápido crecerá…así que si lo que quieres es decorar tu casa con esta planta por mucho tiempo no te pases mucho….¡En exteriores puede alcanzar hasta los 30 metros de altura!
Cosecha
Para que los frutos alcancen una maduración completa necesitan estar a temperaturas muy elevadas ( al menos 40ºC) y necesitan mucha agua.
Los dátiles podemos cosecharlos cuando todavía son amarillo-rojizos ( su sabor no es muy agradable) o cuando los dátiles toman un color ámbar, dorado y marrón translúcido. Son más jugosos y su sabor es mucho más agradable al paladar.
Enfermedades más comunes
La pálmera Phoenix dactylifera puede ser atacada por la cochinilla lanosa y el picudo rojo.
La venta de palmeras está muy extendida en los centros de jardinería y viveros por lo que si te has animado a cultivar una palmácea y dar a tu jardín o terraza un aire tropical no tendrás problemas en encontrarlas.