Esta, en concreto, nos la ha enviado Luis Cristián, @Nomais, en nombre de su abuela Sara del Carmen Quezada. Muchas gracias amigo, ¡quedó estupenda!
Ingredientes:
1 pechuga de pollo abierta en forma de libro.
1 taza de espinacas frescas picadas.
1/2 taza de queso crema.
Sal y pimienta.
Nosotros teníamos invitados y hemos elaborado la receta con el doble de los ingredientes que ponemos. Con 2 pechugas podemos dar de comer a 6 personas.
Pedimos al pollero que nos abra las pechugas en libro y, antes de rellenarlas, podemos golpear un poco la carne para que quede más blandita, pero no es imprescindible.
Salpimentamos las pechugas abiertas, por ambos lados, y reservamos.
Mezclamos las espinacas picadas y el queso crema. Es posible que sea necesario añadir unas gotas de leche o nata (crema de leche) para poder mezclar bien, depende de la cremosidad del queso. Salpimentamos ligeramente la mezcla.
Vamos colocando la mezcla de queso y espinacas sobre las pechugas, teniendo la precaución de dejar un dedo de carne sin cubrir por todos los lados. Al final de la carne, en la parte hacia la que debemos enrollar el conjunto, es mejor dejar 3 dedos para que no se nos salga el relleno.
Vamos enrollando las piezas, apretando en el proceso suficientemente pero no demasiado, no deben quedar cámaras de aire. Cuando tengamos las pechugas rellenas y bien enrolladas, las envolvemos con papel de aluminio.
Introducimos las pechugas en horno precalentado a 190-200 º C, y las dejamos cocinarse durante media hora más o menos.
Es conveniente dejar que reposen unos minutos antes de retirarles el papel de aluminio y cortarlas.
Esta forma de preparar las pechugas hace que queden muy jugosas. Las cortamos en rodajas gruesas y las acompañamos con una buena ensalada.