Lo más llamativo de los espatifilos son sus flores, pero a mí me gusta mucho también por sus hojas verdes, tan grandes y delicadas a la vez. Poseen largos peciolos que le confieren su porte característico.
Los espatifilos no tienen tallo. Sus hojas salen directamente de un rizoma subterráneo en donde acumula también sus reservas.
Lo ideal es que esté situada en un lugar muy luminoso pero que no le de el sol directo. También tolera situaciones menos luminosas, pero entonces su floración y crecimiento se verán afectados. Yo la tengo todo el año en el interior y aunque recibe bastante luz quizás no es suficiente y de ahí la tardanza en florecer. Probé a sacarla al exterior desde primavera, pero los cambios de temperatura bruscos y las corrientes de aire le afectan y no soportaba el calor del verano en Madrid a pesar de riegos abundantes y pulverizaciones.
Con respecto al riego, cuando sufre por la falta de agua sus hojas se ponen lacias y caidas, pero tras el riego vuelven a erguirse de nuevo. Con la sequedad ambiental la punta de las hojas puede resecarse. Para evitarlo se pueden pulverizar las hojas ligeramente.
Lo que creemos normalmente que es la flor es en realidad una espata, una hoja modificada que protege la flor. El espádice es el cilindro rugoso de color amarillento que está envuelto por la espata y que posee a la vez flores masculinas y flores femeninas. Con el paso del tiempo la espata puede volverse de un tono verdoso hasta que finalmente empieza a ennegrecer y marchitarse.
SPATHIPHYLLUM
Nombre científico: Spathiphyllum
Nombre común: Espatifilo, Vela del viento, Cala Cupido, Bandera Blanca,
Familia: Araceae
Origen: América tropical
Luz: abundante, no sol directo. Puede soportar lugares con menos luz.
Temperatura: entre 15 y 25º, no gusta de temperaturas frías.
Riego: abundante en verano, más reducido en invierno. Dejar secar la tierra ligeramente entre cada riego. Pueden pulverizarse las hojas en caso de sequedad ambiental, pero no mojar las flores.
Sustrato: ligero y drenante.
Abono: cada 15 días de primavera a otoño.
Multiplicación: por división de rizoma.
Trasplante: cada año o cada dos años, según su crecimiento. Puede cambiarse a un recipiente mayor o renovar el sustrato si la maceta ha alcanzado un tamaño grande.
Mantenimiento: limpiar el polvo de las hojas con un paño húmero y quitar las que se deterioren. Si las puntas de las hojas se secan puede rociarse con agua ligeramente para aumentar la humedad, pero sin abusar. Quitar las hojas y flores mustias desde su base.
Problemas más comunes: si las hojas se muestran lacias es por falta de agua. El exceso de frío y la exposición al sol directo producen quemaduras en las hojas. Puede verse atacada por cochinilla, araña roja y mosca blanca.