Quitar un palet no tiene mucho sentido, es muy fácil de hacer. Puesto que, fabricar muebles aprovechando madera de palets, esas plataformas que se utilizan en la industria para el transporte y almacenaje, representa un enorme estímulo para los aficionados al bricolaje: supone hacer cosas para el hogar controlando todos los pasos del trabajo, desde la obtención de la materia prima.
Para ello, comenzaremos por quitar un palet para conseguir las tablas enteras. Si no sabemos cómo hacerlo, o empleamos herramientas inadecuadas, posiblemente abandonemos el proyecto, fatigados y decepcionados. Gracias a nuestro lector Kovakk descubriremos que es una labor entretenida, basada más en la habilidad que en la fuerza.
Los palets o palés a menudo se desechan por la rotura de alguna tabla. Quedan inservibles para el almacenamiento y transporte de mercancías, pero ofrecen excelentes aptitudes para nuestros propósitos de reciclaje.
Para quitar un palet primero se desmontan los clavos de buen tamaño y galga trenzada, para resistir cargas descomunales y continuos traqueteos. Por ello, las tablas ofrecen considerable resistencia a los intentos de separación. ¿Cómo triunfaremos en este singular mano a mano? Utilizando herramientas ‘persuasivas’: la maza, para aplicar fácilmente golpes muy recios, y la pata de cabra para hacer fuerte palanca.
Nos ayudamos con un mártir de madera para despegar las tablas sin dañarlas.
Después de enderezar la punta del clavo por el lado contrario, la cabeza asoma lo suficiente para poder utilizar la pata de cabra. Con esta herramienta ejerceremos una tracción enorme, y el clavo saldrá con facilidad. No obstante, si el clavo no está recto ofrecerá cierta resistencia, y el codo de la pata de cabra se hundirá en la tabla de nuestro futuro mueble.
Este problema es fácil de solucionar: recurrimos a otro mártir, que ahora debe ser muy fino pero de gran dureza. La solución ortodoxa es la espátula normal de quitar pintura. Podremos utilizarla también, como hace Kovakk, para extraer los tacos que sirven de apoyo del palet.
A veces los tacos están literalmente cosidos con clavos a la plataforma, por ello la extracción se hace ardua y trabajosa. Emplearemos entonces la sierra de metal para cortar los clavos rebeldes.
Ya sólo queda pulimentar las superficies. Sencillo, ¿verdad? Ya tienes tus tablas de pino lijadas y bien ordenadas junto al banco de trabajo, ahora puedes por fin lanzarte a crear muebles tan fabulosos como los que verás en este reportaje.